Aeropuerto Mohammed V-Casablanca.
A la llegada después de una cervecita en el avión y confesiones profundas, llego con una extraña excitación a Casablanca, no puedo evitar bajar del avión tarareando "A kiss is just a kiss...." y la tontería me invade. Me siento como si ya hubiera estado allí. Pasar las aduanas es una pequeña odisea y pasaporte en mano me van mandando sin sentido alguno de una ventanilla a otra. Saray juega conmigo a ese pequeño juego absurdo y por momentos tenemso la sensación de que nunca conseguiremos pasar, pero lo hacemos. La recogida de las maletas es rápida y al bajar las escaleras del hall se puede distinguir a Berta, alta y espigada a lo lejos. De nuevo esa extraña familiaridad que me acompañará todo el viaje. "Prisa mata, pachorra remata" A partir de ahora nos acompañará también esta frase a todas partes, pero el día es un no parar de tren en tren y al autobús, cargando con todas las maletas y tratando de no perder a nadie del gran grupo en ninguna parada.
Ruta: Aeropuerto estación de tren. Parada para comer. Tren: Casablanca-Rabat-Meknes. Autobús: Meknes-parada en algún lugar helado del Atlas-Errachidia. 5 a.m. aprox.
A la llegada después de una cervecita en el avión y confesiones profundas, llego con una extraña excitación a Casablanca, no puedo evitar bajar del avión tarareando "A kiss is just a kiss...." y la tontería me invade. Me siento como si ya hubiera estado allí. Pasar las aduanas es una pequeña odisea y pasaporte en mano me van mandando sin sentido alguno de una ventanilla a otra. Saray juega conmigo a ese pequeño juego absurdo y por momentos tenemso la sensación de que nunca conseguiremos pasar, pero lo hacemos. La recogida de las maletas es rápida y al bajar las escaleras del hall se puede distinguir a Berta, alta y espigada a lo lejos. De nuevo esa extraña familiaridad que me acompañará todo el viaje. "Prisa mata, pachorra remata" A partir de ahora nos acompañará también esta frase a todas partes, pero el día es un no parar de tren en tren y al autobús, cargando con todas las maletas y tratando de no perder a nadie del gran grupo en ninguna parada.
Ruta: Aeropuerto estación de tren. Parada para comer. Tren: Casablanca-Rabat-Meknes. Autobús: Meknes-parada en algún lugar helado del Atlas-Errachidia. 5 a.m. aprox.
La llegada...
A las luces de amanecer cantaba la llamada a la oración y los tambores de jaleo de alguna boda no muy lejos. Las bodas marroquíes duran tres días, antiguamente eran más largas. Los dos primeros días se les dedican a los novios por separado y el tercero para la ceremonia. En los meses de verano es cuando son más comunes y se marca la casa donde se celebran por una Haima en lugar visible. Según uno de los coordinadores del proyecto, esto es porque a los marroquíes no les gusta preguntar y así encuentran el lugar de la celebración sin tener que hacerlo. No sé si es más curioso el hecho o la explicación local.
A los coordinadores con frecuencia les gustaba tomarnos el pelo, como cuando en el autobús desde Meknes a Errachidia a alguien se le ocurría preguntar cuánto faltaba o por donde íbamos. Bromeaban con la calma marroquí y siempre echaban unas horas de más a sus cálculos; teniendo en cuenta que hacía ya horas que nos habíamos salido del horario planificado, nunca sabíamos por donde andábamos ni qué iba a pasar a continuación. En Marruecos la gente conduce de un modo particularmente caótico y cada viaje es una aventura.
En la escuela nos alojábamos en aulas donde entraban unos ocho voluntarios., separados chicos de chicas. El espacio personal de cada uno lo delimitarían tu colchón sobre el suelo y tu maleta, aunque en algunos caso esa frontera se vería muy difuminada por el desorden del paso de los días.
Las aulas en las que dormíamos estaban en una segunda planta, muchos de nosotros saldrían a dormir al pasillo al aire libre y en los diferentes recovecos y terrazas iríamos creando nuestros espacios. Al final nos desprendimos por completo de aquella sensación de extrañamiento que te produce lo ajeno antes de que lo hagas propio.
La última noche en la escuela cuando todos ya habían marchado, Almudena y yo camináramos por el pasillo vacío y nos recorrió el cuerpo esa misma sensación del primer día tenida de morriña.
A los coordinadores con frecuencia les gustaba tomarnos el pelo, como cuando en el autobús desde Meknes a Errachidia a alguien se le ocurría preguntar cuánto faltaba o por donde íbamos. Bromeaban con la calma marroquí y siempre echaban unas horas de más a sus cálculos; teniendo en cuenta que hacía ya horas que nos habíamos salido del horario planificado, nunca sabíamos por donde andábamos ni qué iba a pasar a continuación. En Marruecos la gente conduce de un modo particularmente caótico y cada viaje es una aventura.
En la escuela nos alojábamos en aulas donde entraban unos ocho voluntarios., separados chicos de chicas. El espacio personal de cada uno lo delimitarían tu colchón sobre el suelo y tu maleta, aunque en algunos caso esa frontera se vería muy difuminada por el desorden del paso de los días.
Las aulas en las que dormíamos estaban en una segunda planta, muchos de nosotros saldrían a dormir al pasillo al aire libre y en los diferentes recovecos y terrazas iríamos creando nuestros espacios. Al final nos desprendimos por completo de aquella sensación de extrañamiento que te produce lo ajeno antes de que lo hagas propio.
La última noche en la escuela cuando todos ya habían marchado, Almudena y yo camináramos por el pasillo vacío y nos recorrió el cuerpo esa misma sensación del primer día tenida de morriña.
Comments
5 Responses to “Viajeros_30 de Junio de 2009”
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Hola Ada, me alegra volverte a ver por el mundo blogger, tan feliz e ilusionada por tu viaje por aquellas tierras de historias, sueños y sentimientos que esconden secretos en cada guherito que forman un grano de arena con otro.
31 de julio de 2009, 6:10Besitos y un fuerte abrazo. Tu fan, :P
JOOODER HABIA FOTOS QUE NI RECORDABA MUYY WENO EL REPORTAJE. UN BESELE DESDE LOS MADRILES
3 de agosto de 2009, 8:05RUBEN ASECAS SECAS
Estas hecha una poeta chiquilla. Muy bonito reportaje,ojala pudiesemos volver. Te mando un beso enorme
3 de agosto de 2009, 10:49Chicos! que no había visto los coemtnarios, soy una mala blogger que desatiendo mis tareas...
11 de agosto de 2009, 12:10LittleBoy, desprendidos de la duna cada grano de arena te cuenta historias y sueños...
Rubén, me alegra de que te gusten! esto tarda la vida en cargar y las subo casi todas para que no haya quejas!! Animaos y le damso a esto muchas perspectivas, no?
Laurita, mi niña! Volver a la misma historia... jamás sería igual, por eso hay que seguir caminando y creando sueños!
Os dejo besitos! hasta la próxima entrada!
MUCHAS FELICIDADES!!!!! A DISFRUTARLO Y PASARLO DEBUTI
12 de septiembre de 2009, 9:21UN BESELEEEEE
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